¿A donde te vas, amigo?
Cuando el dulce perfume de la vida me baña, te escabulles en la sombra. ¿Acaso no te gusta el olor a flores, el frescor del viento?
Quisiera mi alma que bailaras conmigo esta difusa promesa, quisiera que sintieras lo que yo siento. Pero tu olfato no está acostumbrado al olor de la rosa, ni tu cuerpo al ritmo del verano.
Corre, escóndete en el rincón más profundo que conozcas.
Pronto huiré contigo.
viernes, 19 de agosto de 2011
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